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Abogado Especialista en Derecho Penal
El ejercicio de la profesión todos los días nos implicar retos de enorme envergadura que exigen preparación, dedicación y entrega por las causas que se asumen. Estos retos constantemente van evolucionando, tan es así que el derecho penal hace un par de años se centraba en conductas que atentaban en contra de la integridad física de una persona luego la investigación se tenía que encarrilar en la búsqueda de residuos o lesiones en el cuerpo de la víctima para dar con el responsable.
Hoy la realidad es otra, el derecho penal ha pasado a ser un tanto tangencial, entendida esta expresión como aquellos actos que se cometen al interior de una organización sobre la cual no necesariamente debe haber una acción específica desarrollada por alguien de manera directa, sino que, puede recaer en varios eslabones de la empresa mediante comportamientos omisivos, que pueden traer consigo responsabilidades a los directivos de la misma.
En ese sentido, si bien hace un par de años los empresarios tenían la plena convicción de que si no realizaba una conducta delictiva no debía existir riesgo alguno de una futura responsabilidad, lo cierto es que en la actualidad no solo basta tener en la psiquis los actos positivos, sino que debe preocuparse también por no ser omisivo en sus responsabilidades, dado que esto podría traer consigo consecuencias penales.
Con el ánimo de aterrizar el punto, analicemos brevemente dos casos prácticos:
- El primero, en el que una empresa desea adquirir un predio para ampliar una de sus plantas de producción sin tomar las medidas necesarias para estudiar de manera minuciosa la procedencia de dicho predio, quien era o habían sido titulares del mismo, a que cuentas bancarias debían consignarse los dineros del negocio y todo el estudio acucioso que debe tener un buen hombre de negocios. En este caso, al vendedor se le inicia un proceso penal por la conducta de lavado de activos, teniendo alternamente un proceso de extinción de dominio sobre el cual se solicitan medidas cautelares sobre el bien que el comprador tiene en su poder y que sabe compró con recursos lícitos.
- El segundo, aquel representante legal que de manera absoluta confía en su equipo de contadores pero que en ese ejercicio de delegación se desentiende de la contabilidad de la empresa y que posteriormente le es iniciado un proceso penal por defraudación o evasión tributaria.
Ambos casos ocurren más de lo que alguien podría imaginar, sin embargo, no son los únicos escenarios reales, por el contrario existe una gama de situaciones diarias que pueden derivar en responsabilidades punitivas naciendo la imperativa necesidad de que el empresario en cualquier tipo de negocio o actividad prevea los posibles riesgos que puedan generarse con el fin de prevenir o mitigar los mismos a fin de no enmarcar su actuar en una conducta delictiva o de iniciarse un proceso penal lograr demostrar la diligencia con la que obro.

